Mi pasión por las cosquillas no se ha reducido solo a las mujeres, sino que hombres también han sido objeto de mi deseo tal es el caso de uno de mis amigos aficionado al fisicoculturismo a quien le propuse que me hiciera cosquillas pero rehusó, seguire insistiendo, mientras tanto fantaseare imaginando que dos cabras hambrientas lamen sus cosquilludos pies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario